DIEZ NUEVAS COMPETENCIAS PARA ENSEÑAR
La
profesión no es inmutable, sus transformaciones pasan sobre todo por la
aparición de nuevas competencias relacionadas con el trabajo con otros
profesionales o con la evolución de las didácticas. Ir hacia una evaluación más
formativa que normativa, dirigir proyectos de institución, desarrollar el
trabajo en equipos de profesores y la responsabilidad colectiva de los alumnos,
situar a los niños en el centro de la acción pedagógica, recurrir a métodos
activos, a la gestión de proyectos, al trabajo por problemas abiertos y situaciones
problema, desarrollar las competencias y la transferencia de conocimientos y
educar en la ciudadanía. Intenta comprender el movimiento de la profesión,
insistiendo en diez grandes familias de competencia estas son:
1.-
ORGANIZAR Y ANIMAR SITUACIONES DE APRENDIZAJE.
Mantener
un lugar justo para otros métodos, sacar energía, tiempo y disponer de
competencias profesionales necesarias para imaginar y crear otra clase de situaciones
de aprendizaje. Esta competencia global moviliza varias competencias más específicas:
v Conocer a través de una disciplina
determinada, los contenidos que hay que enseñar y su traducción en objetivos de
aprendizaje.
Conocer
los contenidos que se enseñan es lo mínimo cuando se pretende instruir a
alguien. Relacionar los contenidos por un lado con los objetivos y por el otro las
situaciones de aprendizaje.
v Trabajar a partir de las
representaciones de los alumnos.
La
mayoría de los conocimientos cultos son contrarios a la intuición, las
representaciones y las concepciones a las cuales les enfrentamos no son
únicamente las de los niños, sino sociedades del pasado y de una parte de los
adultos contemporáneos.
v Trabajar a partir de los errores y
de los obstáculos en el aprendizaje.
Aprender
no es memorizar, almacenar informaciones, sino más bien reestructurar su
sistema de comprensión del mundo. Esta reestructuración requiere un importante
trabajo cognitivo. Solo se inicia para restablecer un equilibro royo, controlar
mejor la realidad, a nivel simbólico y practico.
v Construir y planificar dispositivos
y secuencias didácticas.
El
hecho de que una situación de aprendizaje no se produce al azar, sino que la
genera un dispositivo que sitúa a los alumnos ante una tarea que cumplir, un
proyecto que realizar, un problema que resolver. Todo depende de la disciplina,
de los contendidos específicos, del nivel de los alumnos, de las opciones del
profesor.
v Implicar a los alumnos en
actividades de investigación, en proyectos de conocimiento.
Antes
de ser una competencia didáctica de una gran precisión, relacionada con contendidos
específicos, saber implicar a los alumnos en actividades de investigación.
2.-
GESTIONAR LA PROGRESIÓN DE LOS APRENDIZAJES.
Las
decisiones de progresión de las que se encarga la institución disminuyen, en
beneficio de las decisiones confiadas a los profesores. Por lo tanto, la
competencia correspondiente adquiere una importancia sin procedentes y
sobrepasa de largo la planificación didáctica del día a día. Esta competencia
moviliza por si misma varias más específicas estas son:
v Concebir y controlar las situaciones
problema ajustadas al nivel y a las posibilidades de los alumnos.
Los
alumnos no abordan las situaciones con los mismos medios y no se encuentran con
los mismos obstáculos.
v Adquirir una visión longitudinal de
los objetivos de la enseñanza.
La
costumbre de seguir a los alumnos durante 2 años, la supervivencia de clases
con múltiples grados, las experiencias recientes de compartimentación y sobre
todo la creación de ciclos de aprendizaje plurianuales.
v Establecer vínculos con las teorías
que sostienen las actividades de aprendizaje.
Algunas
actividades se inspiran en la tradición, la imitación, y los medios de
enseñanza; pero no siempre están para una perspectiva estratégica, además las
actividades y las situaciones propuestas se ven constantemente limitadas por el
tiempo, el espacio, la obligación didáctica, la cooperación, la imaginación y
las competencias del profesor.
v Observar y evaluar a los alumnos en
situaciones de aprendizaje, según su enfoque formativo.
Los
aprendizajes no se pueden prescindir de los controles periódicos de los
conocimientos de los alumnos, son necesarios para establecer decisiones de
promoción u orientación.
v Establecer controles periódicos de
competencias y tomar decisiones de progresión.
Los
estudios escolares obligan a tomar decisiones
de lección o de orientación. Es el caso de cada fin de año escolar, etapas
anuales; participar en semejantes decisiones, negociarlas con el alumno o padres
y otros profesionales.
v Hacia ciclos de aprendizaje.
Esto
modifica considerablemente los datos del problema, en la medida en que esta
organización da a los profesores, colectivamente, muchas más responsabilidades
y poder.
3.-
ELABORAR Y HACER EVOLUCIONAR DISPOSITIVOS DE DIFERENCIACIÓN.
Para
que cada alumno progrese hacia los objetivos previstos, consiente ponerlo muy a
menudo a una situación de aprendizaje óptima para él. Esta competencia
sistémica moviliza competencias más específicas estas son:
v Hacer frente a la heterogeneidad en
el mismo grupo-clase.
El
sistema escolar intenta homogenizar cada clase agrupando alumnos de la misma
edad debido a las desigualdades de una misma edad, los niveles de desarrollo y
los tipos de socialización familiar.
v Compartimentar, extender la gestión
de clase a un espacio más amplio.
La
organización de la escuela facilita esta cooperación; algunos sistemas
formalmente estructurados en ciclos, cada uno funciona como antes, a puerta
cerrada, solo en su clase, reconstruyendo los niveles anuales ocultos.
v Practicar el apoyo integrado,
trabajar con alumnos con grandes dificultades.
Algunos
alumnos encuentran dificultades que sobrepasan las posibilidades ordinarias de
diferenciación y exigen medidas excepcionales. Como el apoyo pedagógico fuera
de la clase o cursos.
v Desarrollar la cooperación entre
alumnos y algunas formas simples de la enseñanza mutua.
Mientras
los profesores se pueden temer que acaben agotados al intentar estar en misa y
repicando, incluso si elaboran dispositivos y recurren a las tecnologías más
avanzadas, no logran hacer referente a todos los problemas.
v Un doble construcción.
Construir
competencias individuales en este dominio es participar en un progreso
colectivo, que moviliza a los profesores innovadores y a los investigadores.
4.-
IMPLICAR A LOS ALUMNOS EN SUS APRENDIZAJES Y SU TRABAJO
La
institución escolar sitúa a los maestros y profesores en una posición muy difícil:
deben enseñar horas por semana, años, etc. La competencia y las ganas de
desarrollar el deseo de saber y la decisión de aprender están en el corazón del
oficio del profesor. La competencia necesaria es de tipo didáctico, epistemológico,
relacional. Podemos separar varios componentes que son horas competencias más específicas:
v Suscitar el deseo de aprender,
explicitar la relación con el conocimiento, el sentido del trabajo escolar y desarrollar
la capacidad de autoevaluación en el niño.
Algunas
personas disfrutan aprendiendo por aprender, les gusta controlar las dificultades,
superar obstáculos. Poco les importa el resultado, solo el proceso les
interesa.
v Instituir un consejo de alumnos y
negociar con ellos varios tipos de reglas y obligaciones.
La
relación con el conocimiento puede ser redefinida en la clase, al profesor, la
voluntad y la capacidad de escuchar a los alumnos, ayudarlos a formular su
pensamiento y a tener en cuenta sus palabras.
v Ofrecer actividades de formación
con opciones.
Cada
uno es capaz de proponer actividades equivalentes en ciertos momentos: tema de
un texto o de un dibujo, elección de un poema o de la canción que aprender,
opción entre varios ejercicios del mismo nivel.
v Favorecer la definición de un
proyecto personal del alumno.
Hacer
como si los alumnos tuvieran un proyecto y basta con responderles es una forma
de superchería e incluso de contaminación paradoxal, sobre todo para los
alumnos con dificultades.
5.- TRABAJAR EN EQUIPO
La
cooperación es un medio que debe presentar más ventajas que inconvenientes. Un
equipo que dirá posee un conocimiento único: deja sus miembros una amplia
autonomía de concepción o realización cada vez que no sea indispensable,
algunas de las competencias específicas son:
v Elaborar un proyecto de equipo, representaciones
comunes.
La
cooperación no implica siempre un proyecto común, sucede que el interés le
obliga a construir alianzas, acuerdos, colaboraciones puntuales, sin meterse
por eso en el mismo lio constantemente.
v Impulsar un grupo de trabajo,
dirigir reuniones.
Todos
los miembros de un grupo son colectivamente responsables de su funcionamiento
en el respeto de horarios, la repartición de tareas, la planificación, la
evaluación y la regulación del funcionamiento concierne a todos. La función de
animar y dirigir.
v Formar y renovar un equipo
pedagógico.
Provoca
numerosos efectos perversos, puesto que la cooperación no es el resultado de
una elección libre. Por lo menos esto simplifica la cuestión de la formación y
la recomposición de los equipos de trabajo.
v Confrontar y analizar conjuntamente
situaciones complejas, prácticas y problemas profesionales.
Un
equipo se debilita si no consigue trabajar sobre el trabajo, se pueden pasar
algún tiempo quejándose del sistema, los padres, alumnos, programas,
evaluación, locales que impiden hacer un buen trabajo.
v Hacer frente a crisis o conflictos
entre personas.
El
conflicto forma parte de la vida, es la expresión de una capacidad a rechazar y
divergir, que es el origen de nuestra autonomía y la individuación de nuestra
relación con el mundo.
6.- PARTICIPAR EN LA GESTIÓN DE LA ESCUELA.
Realmente
los profesores que participen en la gestión de la escuela, en material de gestión
del sistema educativo. Algunos componentes específicos son:
v Elaborar, negociar un proyecto
institucional.
Es
una forma de ser que parece imponerse a todos, incluso aquellos que no tienen
los medios o la vocación con el riesgo constante de mantener esta relación con
el mundo para el único que sea digno de la condición humana.
v Administrar los recursos de la
escuela.
Invertir
recursos compromete la responsabilidad individual y colectiva de los profesores
tanto como afirmar valores o defender ideas pedagógicas.
v Coordinar, fomentar una escuela con
todos sus componentes.
La
coordinación se limita a vigilar los recreos, conferenciar los horarios,
repartir algunas tareas de interés general. La coordinación se extiende a la organización
de una fiesta anual o de una jornada deportiva.
v Organizar y hacer evolucionar, en
la misma escuela, la participación de los alumnos.
Todas
las iniciativas anteriores tienen incidencias en la vida de los alumnos en la
escuela, el ambiente, la calidad de la organización y de la formación, la
coherencia de las permanencias y los progresos didácticos.
v Competencias para trabajar en
ciclos de aprendizaje.
La
existencia de grados anuales y de clases estables en efecto limita
profundamente la necesidad de participar en la gestión de la escuela.
7.- INFORMAR E IMPLICAR A LOS
PADRES.
Esta
capacidad le protege por lo menos la tentación de rechazar o menospreciar este dialogo
por la sola razón de que le tienes miedo informar e implicar a los padres. Este
adaptado tiene 3 componentes:
v Fomentar reuniones informativas y
de debate.
Los
padres y madres de familia que asisten a una reunión descubren que no es el
momento ideal para arreglar casos particulares.
v Conducir reuniones.
Una
reunión separa el ambiente y el resultado dependen en parte de la manera de
provocarla, de definir su objetivo, de iniciarla, de hacer que los
interlocutores se sientan cómodos.
v Implicar a los padres en la
construcción de los conocimientos.
No
únicamente implicar a los padres en el trabajo escolar, talleres para facilitar
la comunicación, excursiones, espectáculos, invitándoles a presentar un oficio
o una cooperación activa e inteligente en los deberes para hacer en casa.
Tomar
el pelo:
las tres entradas retenidas, fomentar reuniones de información y debate;
conducir reuniones e implicar a los padres en la construcción de los
conocimientos, sin duda no acaban con las formas de relaciones entre la familia
y la escuela.
8.- UTILIZAR LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS.
Las
nuevas tecnologías en un referencial de formación continua o inicial seria
injustificable, ponerlas en el centro de la evolución del oficio de profesor.
Se ha elegido 4 entradas bastante prácticas:
La informática en
la escuela: ¿disciplina de pleno derecho, habilidad o simple medio de enseñanza?
La
escuela tiene bastante trabajo con lograr sus objetivos actuales, incluso los
fundamentales, como el dominio de la lectura o el razonamiento, la comunicación
por correo electrónico.
v Utilizar programas de edición de
documentos.
Tradicionalmente
la enseñanza se basa en documentos, un profesor poco inventivo se concentrara
en utilizar los manuales y propuestas por el sistema educativo.
v Explorar los potenciales didácticos
de los programas en relación con los objetivos de la enseñanza.
Intenta
cubrir el uso didáctico de dos tipos de programas: los que están hechos para
enseñar o hacer aprender y los que tienen finalidades más generales que pueden
ser orientadas a fines didácticos.
v Comunicar a distancia mediante la
telemática.
Se
puede consultar a bases de datos y páginas web de toda clase, desde horarios,
científicas, políticas, artísticas, lúdicas.
v Utilizar los instrumentos
multimedia en su enseñanza.
Las
páginas multimedia harán una gran competencia a los profesores, si no quieren o
no saben apoderarse de ello para enriquecer su propia enseñanza.
Competencias
basadas en una cultura tecnológica.
Los
profesores que saben lo que aportan las nuevas tecnologías, con conocimientos
de causa, puede hacerles un buen sitio de clase así como utilizarlas de forma
marginal.
9.- AFRONTAR LOS DEBERES Y LOS
DILEMAS ÉTICOS DE LA PROFESIÓN.
Una
educación a la ciudadanía no puede encerrarse en un horario y que la formación
del ciudadano se esconde en la escuela, en el corazón de la construcción de los
conocimientos. Podemos tener en cuenta 5 competencias específicas:
v Prevenir la violencia en la escuela
y en la ciudad.
Nadie
puede aprender si teme por su seguridad o integridad, aparecen los medios de
comunicación algunas escuelas donde la violencia toma formas extremas tanto por
parte de la institución (castigos físicos, sadismo) como de los alumnos
(chantajes, agresiones, extorciones, violaciones).
v Luchar contra los prejuicios y las discriminaciones
sexuales, étnicas y sociales.
Una
competencia como esta deja entender que se trata de ofrecer una educación en la
tolerancia y el respeto a las diferencias de todo tipo.
v Participar en la aplicación de
reglas de vida en común referentes a la disciplina en la escuela, las sanciones
y la apreciación de la conducta.
Las
competencias de gestión de clase se entienden en términos de organización del
tiempo, el espacio y las actividades. La aplicación de valores, actitudes y
relaciones sociales.
v Analizar la relación pedagógica, la
autoridad y la comunicación en clase.
Saber
analizar las relaciones intersubjetivas es una dimensión esencial de la práctica
reflexiva. La enseñanza eficaz es un oficio de alto riesgo, que exige que nos
impliquemos sin abusar del poder.
v Desarrollar el sentido de las
responsabilidades, la solidaridad y el sentimiento de justicia.
Un
profesor hace justicia distributiva y retributiva cuando decide recompensas y
privilegios, justicia procesal cuando reestablece cada uno su derecho.
Dilemas
y competencias.
Hay
que remarcarlo, violencia, prejuicios, abusos de poder, injusticias, todo es posible.
Las competencias distinguidas por la claridad de análisis participan de un
conjunto coherente.
10.- ORGANIZAR LA PROPIA FORMACIÓN
CONTINUA.
Todas
las dimensiones de la formación inicial se retoman y de desarrollan en formación
continua, saber organizar es mucho más que saber elegir con discernimiento
entre varios cursos en un catálogo. Ginebra distingue 5 competencias específicas:
v Saber explicar sus prácticas.
La
evolución de las formaciones tecnológicas, didácticas o transversales hacia una
consideración de los deseos, las representaciones previas y las prácticas de
las personas formadas.
v Establecer un balance de competencias
y un programa personal de formación continua propios.
Las
practicas más regulares permites ajustes más frecuentes, pero una práctica
reflexiva corriente no siempre basta para descubrir que impone un cambio de
paradigma.
v Negociar un proyecto de formación
común con los compañeros (equipo, escuela, red).
Cuando
existe un colectivo fuerte a nivel institucional, con un método de proyecto,
resulta relativamente fácil definir necesidades de formación conectadas a un equipo
pedagógico innovador.
v Implicarse en las tareas a nivel
general de la enseñanza o del sistema educativo.
Las
competencias profesionales adquieren más importancia, mientras que las
preocupaciones pedagógicas y didácticas se vuelven cada vez más abstractas y
son tratados a término desaparecer.
v Acoger y participar en la formación
de los compañeros.
Resulta
muy formador para el practicante experimentado y si acepta verbalizar sus
reflexiones y discutir sobre ellas.
Ser
actor del sistema de formación continua.
La
formación continua es una cosa, organizar el sistema de formación continua es
otra. Exige colaboraciones entre los poderes organizadores de la escuela, los
centris de formación independientes y las asociaciones profesionales de
profesores.
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